A veces es interesante pensar en la explicación
evolutiva de nuestros comportamientos, si bien no todos ellos son una ventaja,
algunos sí lo son (o lo fueron) y están ahí con una función: que
nuestros genes pasen a la siguiente generación.
Ocurre un gran conflicto cuando
nuestros intereses son otros, por ejemplo alguien a quien no le interesa
reproducirse (como yo) puede ser víctima de tener un cerebro seleccionado para
hacerlo, aunque no quiero combinar mis genes con los de otro, selecciono
genes en mis posibles parejas que serían los mejores para mis “hijos ficticios”,
y aunque no planeo criar sola ni en pareja, me afecta mucho si mi pareja se va.
Es interesante pensar porqué están ahí
esos comportamientos, así uno podría escapar de la imposición biológica que el
cerebro y la evolución nos hace a nosotros mismos, particularmente del dolor de
perder a una pareja (¿vieron cómo sutilmente salté de un tema a otro, centrando
la idea principal? Mis capacidades de redacción han mejorado xD).
La explicación evolutiva de tener
ansiedad de separación es precisamente evitar la separación, un bebé llora y se
estresa si mamá se aleja y esto le permite sobrevivir, y una pareja insiste a
su contraparte en no irse porque se supone que ambos criaran juntos a la
descendencia, mantener a la pareja tiene una gran ventaja a la hora de criar. Esto
queda claro evolutivamente, pero ¿cómo pasa? ¿cómo puede entrar en tanto estrés
nuestro cerebro?
A veces se siente como si nos apachurraran
el corazón y todas las tripas, nuestra respiración cambia e incluso podemos
tener llanto y suspiros involuntarios. Y todo esto lo “controla” el cerebro ese
mismo que nos hace pensar ¿por qué sigo llorando? ¿por qué le sigo hablando si
ya no me quiere hablar?
Síp, ese cerebro racional tienen una parte que no lo es,
y que pareciera que sabotea nuestra propia dignidad, impulsándonos a llorar, a llamar,
y a volvernos ese niño que llora para que no lo abandonen….patético.
![]() |
| Laura le dice a Bart que ya tiene novio, sólo eso. Pero en la mente de Bart ella le arranca el corazón, lo apachurra y lo bota a la basura; y a veces así se siente tan real. |
Pareciera una metáfora romántica decir “el dolor” de la separación. Sin
embargo, la ciencia prueba que no sólo es una expresión, el dolor es
real para nuestro cerebro que es quien finalmente nos dice “auch, está doliendo”
no es tu imaginación. Hay que recordar que la
evolución no es perfecta y que no todo lo que existe en nosotros es adaptativo
o ventajoso, algunas cosas desventajosas como sentir dolor por una ruptura
amorosa siguen ahí porque no nos afecta lo suficiente para que la evolución las
desaparezca y se han ido quedando a pesar de lo conflictivas que son.
En el cerebro mamífero, los sistemas de dolor y de generación de sistemas afectivos comparten componentes
químicos e incluso rutas físicas, por lo que es probable que durante la
evolución una vez que apareció el sistema social afectivo no lo hizo de
manera ideal y continua usando algunas vías del dolor al existir un desapego con la pareja.
Lo ideal sería que al ver que la pareja no va a regresar o que ya se fue, nos dedicáramos pronto a buscar otra y se nos acomodaran los neurotransmisores para hacerlo sin dolor, pero no es así y no es sólo cosa de humanos; algunos roedores monógamos Microtus ochrogaster, tardan muchos meses y otros no lo logran en el resto de sus vidas, están secuestrados por su cerebro altamente monógamo (y no me digas que esto es bello, es claramente una desventaja de la evolución, pobres).
Así que no seas tan dura o duro contigo, todo es normal. Date cuenta cuando tu cerebro está siendo víctima de su propia evolución y
acepta la terrible realidad “somos animales” “somos producto de muchos cambios
no perfectos” o “somos humanos” que es lo mismo. Pronto vas a estar bien.
También si eres tú la pareja que se fue, no seas tan dura con la
persona que se queda con estos sentimientos, trata de comprender que ha sido
víctima de su cerebro irracional y que realmente estuvo sufriendo, estoy segura que esa
persona hizo lo mejor que pudo y pronto se sentirá muy mal por comportarse
tan insistente contigo. No la catalogues tan rápido.
Creo que es muy cool ver a tu cuerpo actuar
como "debe" actuar y te recuerda que no puedes controlar todo. Sin embargo, le
puedes ayudar dándole más peso a tu parte racional y anticiparte a las jugadas que te querrá hacer. Al igual que se atiende un dolor, el del corazón roto también se puede, con ejercicios de respiración, tomar una bebida calientita, descansar e incluso una pequeña dosis de ibuprofeno ayuda (no estoy recetando!). "Gánale a tu cerebro" y admira como tu cuerpo funciona en estas situaciones. A mí me ha parecido fascinante ver como se alteró mi respiración y como suspiraba involuntariamente seguramente para tratar de regular mi ritmo cardiaco alterado.
Aunque tu cerebro te medio sabotea, también te intenta ayudar y es curioso.





















